Emperador con salsa verde

• 1 filete de emperador por persona.

• 1 cebolleta.

• El zumo de 1/2 limón.

• Perejil fresco.

• Aceite de oliva virgen extra y sal.

• Primero vamos a preparar la salsa verde. Corta la cebolleta lo más fina posible. Puedes utilizarla cruda, o bien saltearla para que su sabor sea todavía más suave. Pon una sartén antiadherente a fuego medio, añade un poquito de aceite de oliva y la cebolleta, y saltéala durante 3-4 minutos, que no llegue a dorarse. Reserva.

• Lava el perejil bajo agua fría, déjalo que escurra sobre papel de cocina, y a continuación pícalo finamente. Mézclalo en un bol con la cebolleta, el zumo de limón, un poco de sal y aceite hasta conseguir la cantidad de salsa que quieras preparar. Pruébala y rectifícala con cualquier ingrediente si lo ves necesario.

• Prepara tu ensalada utilizando las lechugas que más te gusten. En la fotografía hay una ensalada con mezclum de lechugas, entre ellas canónigos, con granada y trocitos de manzana, aderezada con aceite de oliva y sal.

• En una sartén a fuego fuerte, echa un poco de aceite y sal, y cuando esté caliente, coloca las rodajas de emperador. Deja que se hagan durante 2-3 minutos y dales la vuelta. El punto final dependerá de cómo te guste, aunque cuidado con cocinarlo demasiado porque puede quedar seco.

Mousse de pomelo sin azúcar

Primero montaremos la nata bien fría, con la ayuda de unas varillas (si son eléctricas, mejor, tardarás menos). Reservamos en la nevera, para que se mantenga bien fría y no baje.

Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría durante unos 5min.

Exprimimos bien el zumo del pomelo, y lo colamos para que no quede pulpa. Calentamos un poco del zumo unos 15 segundos en el micro, y añadimos la gelatina bien escurrida. Añadimos el resto del zumo y removemos para que se integre bien. Dejamos que se atemple a temperatura ambiente unos minutitos, removiendo.

Añadimos el zumo a la nata montada fría poco a poco, con movimientos envolventes para que no baje. Podemos guardar un poco de nata montada en una manga para decorar al final.

Servimos la mousse en vasos, copas o lo que más nos guste, y dejamos enfriar en la nevera durante unas 4h.

En el momento de servir, decoramos con nata montada o lo que queramos, ¡y listo!

Helado de chocolate sin azúcar.

¡No tiene que ser verano para comer helado!

Primero rallamos o troceamos el chocolate en trocitos lo más pequeñitos posible. Ponemos la leche a fuego medio y fundimos el chocolate, removiendo bien. Retiramos del fuego para que no se queme.

Separamos las yemas de los huevos y las batimos en un bol, junto con la stevia/sucralosa y la vainilla. Agregamos esta mezcla en hilo a la leche con chocolate, que volveremos a poner al fuego (medio).

Removemos constantemente con unas varillas, agregando bien el huevo y con cariño (mucho cariño), hasta que consigamos que la mezcla espese, como cuando hacemos crema pastelera. Si quieres hacer helado de chocolate sin huevo, puedes sustituir las yemas por 20gr de maicena o 2 hojas de gelatina neutra previamente hidratada.

En un bol grande, montamos la nata bien fría con la ayuda de las varillas, si es eléctrica te cansarás menos

Agregamos la crema de chocolate poco a poco (yo lo he hecho en 4 veces), integrándola con movimientos envolventes hechos con una lengua de gato.

Opcionalmente, podemos agregar también trocitos de chocolate (un puñado) para encontrarnos tropezones, que en casa gustan mucho. También le he puesto un poco de sirope de chocolate casero.

Ponemos la mezcla en un recipiente rectangular, tipo tupper, y la guardamos en el congelador. Para asegurarnos de que no cristaliza demasiado, podemos abrir y remover cada 40-50 minutos, aunque la verdad es que de por sí esta mezcla no hace muchos cristalitos, queda cremoso.

Después de unas 4-5 horas, ¡nuestro helado de chocolate sin azúcar estará listo!